Doctora en Biología por la Universidade de Santiago de Compostela (2017) con una tesis que se centró en el estudio de la respuesta inmune del rodaballo al virus de la septicemia hemorrágica viral.

Su carrera investigadora se ha centrado principalmente en el estudio del sistema inmune de peces de interés acuícola, como el rodaballo, la lubina o la dorada, pero también en la especie modelo pez cebra.

Tras realizar estancias postdoctorales en la Universidad de Concepción (Chile) y en el CIIMAR (Portugal) de un año cada una (contrato postdoctoral Xunta de Galicia), enriqueciendo su conocimiento en distintas técnicas, retornó al IIM con un contrato Juan de la Cierva Incorporación.

Recientemente tomó posesión como científica titular y continúa en el grupo de Inmunología y Genómica llevando a cabo la misma línea de investigación

¿Cuándo y por qué decidiste dedicarte a la ciencia?

Desde pequeña una de las cosas que más me ha fascinado es la naturaleza y el cómo funcionan los sistemas biológicos. Quizás la materia que me generaba más curiosidad e interés durante mi época de colegio e instituto eran las ciencias naturales/biología. Para ser honesta, cuando estaba en el instituto no tenía muy claro a qué quería dedicarme. No fue hasta el último año de instituto cuando tuve que plantearme esta cuestión seriamente y poner las cartas sobre la mesa. Tras una buena reflexión, me decanté por estudiar Biología. Poniendo en una balanza todos los pros y los contras de estudiar la carrera de Biología, finalmente ganaron los pros. Y eso que la gente que me rodeaba no dejaba de decirme las pocas salidas laborales que tenía la Licenciatura en Biología. Pero eso no me desanimó, y decidí que iba a estudiar lo que más me gustaba y lo que más interés me generaba.  Y así fue como me embarqué en esa historia que me ha llevado a día de hoy a ser científico titular del CSIC.

¿Cuál ha sido, hasta la fecha, el momento más grato de tu carrera científica y cuál el más ingrato?

El momento más grato, aunque pueda sonar superficial porque no se trate de un descubrimiento científico, fue el día que conseguí la plaza de científico titular. Al fin y al cabo, el haber llegado hasta ahí suponía mucho esfuerzo, sudor y lágrimas. Entre otras cosas por lo que yo considero una de las partes más complicada de la carrera investigadora, que es cuando te vas durante un tiempo largo a otro país para formarte. Obviamente es una experiencia maravillosa y enriquecedora en todos los sentidos, pero al mismo tiempo rompe tu vida, ya que has de dejar atrás todo lo que te rodea por “amor a la ciencia”. Hay gente para la que, por su situación o su forma de ser, no le supone el estar en el extranjero un par de años un sacrificio, pero para mí sí lo ha sido. A nivel personal, se hace duro, sobre todo si tienes pareja. Pero, como siempre me decía mi codirector de tesis, Antonio Figueras, esta es una carrera de fondo, y el que persiste lo consigue. Si una cosa me ha quedado clara es que, para consolidarte como investigador, has de poner toda la carne en el asador.

¿Quién o quiénes son tus referentes científicos?

Sé que quedaría bonito decir que me han inspirado por ejemplo Marie Curie, Barbara McClintock o Rosalind Franklin, como mujeres pioneras y de excelencia en el mundo de la ciencia, pero la realidad es que nunca me he planteado referentes de ese tipo. Obviamente muchísimas científicas y científicos han contribuido de forma excepcional al avance de la ciencia, con todo lo que eso supone por ejemplo a nivel médico, y son tremendamente dignos de admiración, pero creo que los referentes más importantes son los de aquellas personas que te rodean, empezando por tus directores de tesis, que al fin y al cabo son tus primeros mentores, tus compañeros de laboratorio (especialmente aquellos más veteranos que te van formando en las distintas técnicas de laboratorio y de los que aprendes muchas cosas día a día), así como aquella gente que vas conociendo a lo largo de tu carrera por ejemplo en los congresos científicos relacionados con tu investigación. Para mí, estos son los tipos de referentes en los que me he inspirado e inspiro, quizás más realistas y menos idealizados que los típicos referentes científicos.

¿Cómo explicarías al público general tu línea de investigación?

A grandes rasgos diría que me dedico al estudio de las enfermedades y el sistema inmune de los peces. A mucha gente esto podrá sonarle extraño, pero la realidad es que el cultivo de peces es un sector altamente importante a nivel mundial, que mueve muchísimo dinero. Además, cada vez la acuicultura tiene más importancia a consecuencia del incremento de la población mundial y el agotamiento de los caladeros de pesca, siendo el sector de producción de proteína de origen animal que más ha crecido durante los últimos años. Pero uno de los grandes problemas que tienen las piscifactorías son las enfermedades, las cuales ocasionan enormes pérdidas económicas en el sector. Ahí es donde entramos nosotros, tratando de conocer los mecanismos de defensa de los peces, y desarrollando distintas estrategias de prevención y control de enfermedades, como pueden ser la identificación de marcadores de resistencia o el diseño y optimización de vacunas.

En estos momentos, ¿en qué investigaciones estás inmersa?

Me estoy centrando principalmente en una nueva línea de investigación que hemos introducido en el grupo recientemente, y que es el inmunometabolismo. Este campo es realmente novedoso, incluso en el ámbito biomédico, y estudia cómo la inmunidad y el metabolismo, dos disciplinas que hasta hace poco se consideraban independientes, están íntimamente relacionadas. Por lo tanto, si podemos conocer cómo interaccionan estos dos procesos, y qué metabolitos o procesos metabólicos están relacionados con la respuesta a enfermedades y con la resistencia a las mismas, podremos diseñar terapias metabólicas basadas en metabolitos propios del animal, lo que además supone que este tipo de tratamientos estén prácticamente exentos de regulaciones y restricciones para aprobar su uso. Esto supone una serie de ventajas, ya que estos nuevos tratamientos podrían ayudarnos a reemplazar el uso de antibióticos, que actualmente suponen un grave problema de salud humana, animal y ambiental debido a la aparición de bacterias multi-resistentes a antibióticos, podríamos cubrir la ausencia de tratamientos antivirales comerciales en acuicultura, así como la ausencia de vacunas eficaces frente a ciertas enfermedades, y todo ello simplemente enriqueciendo la dieta con los metabolitos diana que nos interesan, como podrían ser ciertos aminoácidos o ácidos grasos, entre otros.

¿Qué consejo darías a alguien que quiere dedicarse a la ciencia?

Que tenga paciencia, mucha paciencia… no se puede hacer ciencia sin ser paciente. Es bien cierta la frase de “la paciencia es la madre de la ciencia”. Muchas veces puede que nos parezca que nos hemos atascado en algo, que no avanzamos, que todo nos sale “mal”… pero la realidad es que incluso los resultados negativos nos aportan conocimientos. Por otra parte, que sea paciente también en lo que respecta a la carrera científica en sí misma, ya que el llegar a estabilizarse no es un camino de rosas, y muchas veces es cansado el estar encadenando contratos postdoctorales uno detrás de otro…

¿Qué supone para ti tomar posesión como científica titular?

El resultado de años de esfuerzo, aquello que parece que nunca va a llegar pero que en el fondo has ido paso a paso caminando hacia ello. Así que bueno, podríamos decir que es como llegar a una meta, te hace sentir realizada.

¿Cuáles son tus objetivos científicos a corto-medio y largo plazo?

Me encantaría continuar desarrollando mi propia línea de investigación dentro del grupo al que pertenezco, porque al fin y al cabo es un complemento interesante a lo que ya se venía haciendo en el grupo. También el formar a mucha gente me parece de las cosas más enriquecedoras de la carrera científica.

¿Qué “hito” científico te gustaría alcanzar?

¡Eso es difícil de contestar! Si me dedicase a estudiar el cáncer, seguro que la respuesta sería fácil y quedaría preciosa. ¡Pero me dedico a los peces!, así que a la mayoría de la gente le sonaría extraña cualquier cosa que pudiese decir… pero, a grandes rasgos, para mí un hito científico sería el poder contribuir de forma significativa a resolver el problema al que se enfrentan las piscifactorías con las enfermedades infecciosas, y que al final, repercutiría de forma significativa en la sociedad en general. Así que, no voy a curar el cáncer, pero podría ayudar a curar los peces y así favorecer el desarrollo sostenible y expansión del sector acuícola, lo que acarrea la creación de puestos de trabajo asociados al sector. Todo esto además elaborando estrategias ambientalmente amigables y asegurando que en el futuro esta fuente de proteína pueda llegar a todas las mesas.

Algún libro

“El tambor de hojalata” (Günter Grass) y “La conjura de los necios” (John Kennedy Toole)

Una película

“La vida es bella”

Una canción

“Hotel California” (Eagles)

Un hobby

La playa

Una fecha

El 1 de noviembre, cuando nació mi hija

Algunas ciudades

En territorio nacional, Barcelona, por el buen año de estudiante universitaria que allí viví. Fuera de España, me traen muy buenos recuerdos muchas ciudades, pero hace poco estuve por primera vez en China, en Shanghai, y me sorprendió muy gratamente.