Los resultados de una tesis doctoral realizada en el Consejo Superior de Investigac ones Científicas (CSIC) y la Universidad de Vigo han permitido incrementar el conocimiento científico sobre la influencia natural y antropogénica de los pequeños ríos en las zonas costeras, tomando como objeto de estudio las rías gallegas.

La investigación “Aportes continentales a la zona costera: alteraciones naturales y antropogénicas de los flujos biogeoquímicos fluviales y su trazabilidad en el compartimento sedimentario”, se defendió recientemente en la Universidad de Vigo y obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude.

Se realizó durante los cinco últimos años en el marco del Programa de Doctorado Ciencia, Tecnología y Gestión del Mar (Do*Mar) del Campus de Excelencia Internacional-Campus do Mar en el clúster “Gestión Integral del Mar”, dentro del área de especialización “Análisis y Evaluación Ambiental de la Zona Costera”.

Su autor, Miguel Ángel Álvarez Vázquez, cursó la investigación bajo la dirección de Ricardo Prego, profesor de investigación del CSIC y jefe del Grupo de Biogeoquímica Marina del Instituto de Investigaciones Marinas (CSIC, Vigo), y de Elena Pilar De Uña Álvarez, profesora titular de Geografía en el Campus de Ourense de la Universidad de Vigo e Investigadora Principal del Grupo de Estudios en Arqueología, Antigüedad y Territorio (GEAAT-UVigo).

Su objetivo era incrementar el conocimiento científico sobre el transporte continental en la frontera tierra-océano, utilizando para ello los elementos traza y otras variables físico-químicas como indicadores de alteraciones provocadas por las singularidades de cada cuenca de drenaje, bien de origen natural (influencia de la litología) o antropogénica (influencia de las actividades humanas).

Sus resultados se han ido presentando a través de artículos científicos en revistas de impacto indexadas en el JCR de Thomson Reuters, pues la tesis, con mención internacional, se ha hecho en la modalidad de compendio de artículos.

“Los ríos son la principal ruta de entrada de materia en las zonas costeras. El transporte continental ha sido ampliamente estudiado a través de grandes ríos, pero existe un vacío en el conocimiento sobre los aportes de los pequeños ríos. Sin embargo, éstos drenan alrededor del 20% de la superficie de los continentes y de hecho importantes áreas costeras del mundo están dominadas por aportes procedentes de pequeños ríos como es el caso de la costa noroeste de la Península Ibérica. Así, la riqueza de las rías gallegas está determinada por la llegada de nutrientes durante eventos de afloramiento costero, a lo que se unen aportes fluviales, que podrían ser relevantes en condiciones de no afloramiento”, explica Miguel Ángel Álvarez Vázquez.

“Los elementos traza tienen un carácter divalente como esenciales o tóxicos: en pequeñas cantidades son micronutrientes esenciales para la vida y en concentraciones mayores pueden resultar dañinos para el ecosistema. Son, además, potentes indicadores ambientales, ya que algunos de ellos están muy relacionados con las actividades humanas, por ejemplo el cobre o el plomo, y se han introducido en el medio ambiente en grandes cantidades, especialmente desde que se globaliza la industrialización a mediados del s. XX”, señala.

En este contexto, en la tesis convergen esos dos temas: los elementos traza se emplean para definir, de manera cualitativa y cuantitativa, los flujos geoquímicos que alcanzan las zonas costeras a través de pequeños ríos y se emplean también como indicadores de impacto ambiental de origen humano para evaluar en qué medida las acciones antropogénicas han alterado los flujos naturales.

La tesis aporta datos de referencia de elementos traza tanto en agua fluvial (materia disuelta y en suspensión) como para sedimentos de estuario. “Debido a la escasez de este tipo de datos en pequeños ríos, los valores aportados son útiles tanto a una escala local o regional como a nivel internacional. En función de las variables consideradas, tres de los ríos estudiados (Das Mestas, Mera y Landro) han sido clasificados como prístinos, “lo que es muy raro en la zona templada de la Tierra, que es la más poblada y por tanto la que más ha sufrido el impacto humano”, explica Álvarez Vázquez.

Se han descrito también anomalías de origen natural relacionadas con la litología como enriquecimientos en el transporte de metales como cobalto, cromo, molibdeno o níquel con origen en el Complejo Geológico de Cabo Ortegal. “Identificar estas anomalías es crítico ya que de no hacerlo podrían confundirse con contaminación”, destaca.

El autor

Miguel Ángel Álvarez Vázquez (Ponteareas, 1981) es licenciado en Ciencias Ambientales (2011) por la Universidad de León y máster en Química Avanzada (2012) por la Universidad de Vigo.

Sus líneas de investigación versan sobre los procesos de interrelación sociedad- naturaleza en base a trazadores geoquímicos en los sistemas da interface tierra- océano; alteraciones de origen natural e antropogénico en los sistemas fluviales y estuarinos; y patrimonio natural y cultural relacionado con ambientes fluviales.