Doctora en Ingeniería Informática por la Universidad Politécnica de Valencia (2016) con una tesis que propone un modelo de diseño y desarrollo de herramientas software que mejora sustancialmente procesos de análisis de datos de los investigadores en patrimonio cultural en comparación con modelos previos.
Realizó estancias en Australia, Francia, Portugal y Chile con financiación competitiva. Fue investigadora posdoctoral en el proyecto europeo ARIADNE (Programa FP7) e investigadora Juan de la Cierva (CiTIUS-USC).
Desde 2019 y hasta la actualidad, ha desarrollado su labor en el Laboratorio de Recuperación de Información de la Universidade da Coruña.
Recientemente, se ha incorporado como científica titular al IEGPS con el perfil “Humanidades Digitales”.

¿Cuándo y por qué decidiste dedicarte a la ciencia?
Siempre fui muy curiosa desde pequeña, quería saber cómo funcionaban los aparatos y por qué y hacía muchas preguntas sobre las noticias, lo que pasaba por el mundo, a mis padres. Esa curiosidad supe que quería mantenerla y fomentarla en mi trabajo diario, aunque tardé bastante en relacionarla con la ciencia, diría que hasta que comencé la carrera universitaria. Estudié informática porque era un mundo donde esa curiosidad creo que te ayuda de alguna manera, y ahí entendí que trabajar en ciencia es no perder la curiosidad, bucear en datos, documentos, textos, personas, etc. y aprender continuamente, así que me quedé con la ciencia.
¿Cuál ha sido, hasta la fecha, el momento más grato de tu carrera científica y cuál el más ingrato?
Dedicarse a la ciencia implica tener muchos momentos muy gratos y también decepciones o momentos complicados, es una carrera de fondo en la que hay que vivir intensamente. En mi caso, todo el período de tesis doctoral fue para mí, aún con sus dificultades y aprendizajes, muy grato. Conocí a muchas personas que me aportaron mucho tanto personal como profesionalmente y me di cuenta real de mis capacidades y debilidades. Por supuesto, mi incorporación ahora como científica titular también está siendo un momento muy dulce, me he sentido muy acogida y respaldada por mis compañeros de centro y por muchas personas desde el CSIC.
En cuanto a momentos ingratos, creo que la etapa postdoctoral, debido a como se modela la carrera académica, es un momento delicado, que coincide también con cambios vitales a nivel personal. Ese ajuste profesional y personal presenta retos en ciencia, y provoca momentos difíciles. En mi caso incluso trabajé fuera de la ciencia un tiempo en mi etapa postdoctoral porque el entorno de financiación estaba muy complicado. Sin embargo, creo que de todo se aprende y al final muchas de las cosas que aprendí entonces las aplico ahora.
¿Cómo explicarías al público general tu línea de investigación?
La línea se integra en el campo de las Humanidades Digitales. Tratamos de conocer qué aspectos lingüísticos y tecnológicos son de interés para conocer mejor los mecanismos de identidad, memoria y patrimonio. En concreto, nosotros estudiamos cómo se expresaron lingüísticamente y sucedieron en el pasado y cómo se expresan, suceden o se reflejan ahora estos fenómenos. Estudiar este eje pasado-presente implica crear y estudiar corpus históricos y también contemporáneos (por ejemplo, desde redes sociales o medios digitales), incorporar al estudio histórico y lingüístico nuevos métodos computacionales y algorítmicos, estudiar fuentes históricas y lingüísticas desde paradigmas computacionales o crear nuevas técnicas que permitan una mejor conservación y análisis del patrimonio documental. El objetivo final es tratar de comprender mejor qué, cómo y por qué esos ecos del pasado nos llegan al presente, cómo se forman y cambian esas identidades, esas memorias individuales y colectivas, y como trazamos y racionalizamos el patrimonio hasta nuestros días.
En estos momentos, ¿en qué investigaciones estás inmersa?
Estudiando el fenómeno Black Lives Matter, donde creamos varios corpus desde redes sociales para capturar las interacciones, las convocatorias de manifestaciones y ataques, las diferentes posturas y opiniones de los ciudadanos durante el año posterior a la muerte de George Floyd. Black Lives Matter es interesante para nosotros porque: 1) los individuos materializaron a través de las redes sociales acciones en la vida real, convocándose para eventos, disturbios, etc. 2) su conexión patrimonial, dado que muchas de las protestas se centraron en ataques a representaciones históricas y 3) su relación con la identidad a través de las atribuciones racistas y antirracistas a personajes históricos, individuos y grupos dentro del movimiento.
Además, estoy trabajando en proyectos que aplican lingüística computacional y análisis de discurso para estudiar fenómenos históricos, como casos específicos de patrimonio en conflicto y también actuales, como discursos de odio.
¿Qué consejo darías a alguien que quiere dedicarse a la ciencia?
Pues que si es lo que le apasiona cuide esa vocación, y que se informe y hable con personas que nos dedicamos a la ciencia, para conocer el entorno bien, las cosas positivas y los retos y dificultades.
Creo que es importante que los jóvenes que quieran hacer ciencia se desprendan de tópicos, de dualidades ciencias-letras, de estereotipos en torno a la figura de científico/a y conozcan el mercado laboral de la ciencia de forma real, para que sean libres de tomar sus decisiones y encuentren buenos consejeros que los orienten e impulsen.
¿Qué supone para ti tomar posesión como científica titular?
Es un hito muy satisfactorio y dual. Tiendes a verlo como un objetivo cumplido, ya que supone una valoración de tu forma de hacer ciencia, de tu línea de investigación y de tu camino hasta aquí. También de agradecimiento por mi parte a todas las personas que me formaron y me ayudaron a recorrerlo. Sin embargo, en realidad es un comienzo muy ilusionante y una gran responsabilidad en generar conocimiento nuevo sobre tu área y trasmitirlo a la sociedad y a las nuevas generaciones.
¿Qué “hito” científico te gustaría alcanzar?
A nivel general, me gustaría que mi trabajo como científica contribuyese, aunque fuese en una pequeña parte, a conocer mejor cómo se expresan lingüística y discursivamente a lo largo del tiempo las expresiones de identidad, memoria y patrimonio, y a que la sociedad sea consciente de ello, lo que nos permitiría repetir solo la historia que deseamos que se repita y conservarla y valorarla más. Contribuir a esto con estudios, métodos, modelos computacionales o corpus es el objetivo.
Un libro
Imposible elegir uno, en general me gustan muchos géneros, depende del estado de ánimo, elijo y leo. De manera nostálgica, cualquiera de Agatha Christie o similar, era un género que leía mucho de adolescente y me encanta. Últimamente he leído “Ollos de auga”, de Domingo Villar, y continuaré con la trilogía porque me ha encantado.
Una película o serie de televisión
Me temo que no voy a ser muy original. No veo cine ni series de terror ni drama demasiado lacrimógeno. Películas o series que cuenten historias, te hagan pensar, pero alejadas del drama más puro. Adoro las películas de mafia y cualquiera de Scorsese, Tarantino o Guy Ritchie.
Un hobby
En general mis hobbies fuera de la ciencia en sí suelen ser creativos y manuales, creo que cuando pasas muchas horas con mucha actividad intelectual por tu trabajo es un buen equilibrio hacer algo manual para descansar. Cocinar y el mundo de la gastronomía en general es uno de mis mayores hobbies, cocino para pensar mejor y para no pensar en absoluto. Jugar con mis hijas, la pintura o alguna actividad manual como la cerámica, y el yoga y actividades deportivas similares que incluyan cuerpo y mente.