Vigo, 1991. Graduado y doctor en Biología por la Universidad de Vigo.

Ha obtenido recientemente el título de doctor en Marine Science, Technology and Management por la Universidad de Vigo con la tesis “Estudio de la fase larvaria planctónica del pulpo común, Octopus vulgaris cuvier, 1797 frente a distintas condiciones de cultivo mediante el empleo de tecnologías ómicas e identificación de genes biomarcadores”, realizada en el grupo Patobiología Molecular Marina del IIM bajo la dirección de Camino Gestal Mateo.

Durante la realización de su tesis doctoral, participó en los proyectos de investigación OCTOWELF y OCTOMICs. Es co-autor de la patente de cultivo larvario de pulpo actualmente en explotación por la empresa Nueva Pescanova.

¿Por qué optaste por cursar la carrera de Biología?

Me decanté por la Biología movido por la curiosidad por la genética, la biotecnología y sus aplicaciones. Además, llevaba toda mi infancia “enganchado” a documentales de animales, con enciclopedias de animales y dinosaurios, criado en una casa con animales y rodeado de monte; creo que todo ello fue dejando huella.

¿De dónde viene tu vocación científica?

Creo que era el camino más atractivo que veía en cuanto a trabajar vinculado a la naturaleza y al estudio de los animales.

¿Por qué, una vez concluida la carrera, optaste por realizar la tesis doctoral?

Quería poder plantearme mis propias preguntas, y no solo resolver las de otros.

¿Cómo decidiste el tema de tu tesis doctoral?  

El pulpo es un animal icónico en la gastronomía gallega y tiene un papel importante en la economía de la zona. Además, desde el punto de vista biológico, es una especie muy llamativa, con una morfología única, básicamente parecen extraterrestres y además pertenecen a un ambiente donde todavía falta mucho por descubrir, como es el marino.

En este contexto me surgió la oportunidad de trabajar en esta especie, y especialmente en una fase rodeada de incógnitas como era su fase larvaria, participando en estudios pioneros en la aplicación de tecnologías punteras para el estudio de la misma. Por tanto, era sí o sí.

¿Cuáles eran los principales objetivos de tu tesis y de qué contexto partías?

Aplicar tecnologías ómicas (en referencia a técnicas de secuenciación masiva) y herramientas bioinformáticas al estudio de la fase larvaria del pulpo, con el fin de profundizar en sus necesidades desde un punto de vista nutricional, así como de las condiciones de cultivo. De forma concreta, buscamos definir la situación de bienestar de las paralarvas.

El contexto de partida era el de una fase del ciclo de vida, muy estudiada pero todavía muy desconocida.

Su estilo de vida es totalmente distinto al de los adultos, los cuales viven asociados a los fondos marinos, es decir, son bentónicos. Las larvas son planctónicas, viven en la columna de agua y se relacionan estrechamente con el zooplancton siendo depredador y presa a su vez.

El punto de partida en cuanto al manejo de esta fase de ciclo vital del pulpo en condiciones de cultivo era un escenario dominado por las mortalidades tempranas que hasta el momento había impedido un cultivo exitoso de la misma, así como la posibilidad de estudiar dicha fase de vida en detalle más allá de los primeros 20 días de vida.

¿Cuáles han sido los principales resultados alcanzados?

Los resultados de mayor calado son la gran cantidad de datos transcriptómicos, es decir, de expresión génica, y proteómicos, en este caso proteica, que se han generado. Todos ellos procedentes de paralarvas de cultivo y también de individuos procedentes de la naturaleza.

Estos datos han permitido examinar el estado general del organismo de las paralarvas en las distintas condiciones, con un nivel de detalle sin precedentes en este campo. Lo que a su vez ha permitido plantear una serie de hipótesis interesantes de cara a los requerimientos nutricionales y ambientales de las mismas.

Por otro lado, también se ha puesto el foco en la epigenética, un tema que va cogiendo relevancia y se va conociendo cada vez más por el público no especializado, y su potencial papel en el adecuado desarrollo de las paralarvas.

 

¿Qué destacarías de los avances logrados con tu tesis doctoral y qué líneas/sublíneas de investigación se abren para ti ahora?

Destacaría la complejidad del desarrollo temprano del pulpo común, así como la dificultad a la hora de interpretar los resultados obtenidos debido a la gran diferencia existente entre el estilo de vida de adultos y paralarvas, siendo además esta etapa inicial la menos estudiada. Además de los efectos evidentes y esperables, hemos detectado necesidades nutricionales muy concretas que podrían limitar el adecuado desarrollo de las mismas.

En cuanto a las líneas que se abren, creo que el metabolismo de carbohidratos y proteico en las paralarvas son puntos muy interesantes, así como su capacidad de respuesta a factores estresantes.

¿Cuál es tu situación laboral tras haber obtenido el título de doctor? ¿Te gustaría seguir desarrollando tu trabajo en el CSIC o prefieres abrirte a otros caminos?

El estudio del pulpo me llevó a implicarme activamente en sus cultivos larvarios, y fruto de esta implicación y del trabajo en equipo surgió la patente de cultivo larvario de pulpo común con mayor éxito hasta la fecha.  Nueva Pescanova mostró su interés en dicha línea de investigación, y desde 2019 estamos dedicados en cuerpo y alma al escalado comercial del proceso. Ahora combino esta vertiente más “industrial” y de investigación aplicada con la colaboración, desde la propia empresa, en proyectos de investigación con un perfil más enfocado a la investigación básica. Esa es la filosofía del Biomarinecenter de Nueva Pescanova.

¿Cómo ves tu futuro como científico/científica? ¿Cuáles son tus principales ambiciones?

Mi futuro está vinculado a la acuicultura, si bien es cierto que ahora mismo además del pulpo estoy abriendo el abanico de mi ámbito de trabajo a otras especies, peces principalmente.

Mi principal ambición es reforzar las colaboraciones y conexiones entre la academia y la empresa. Mi perspectiva actual desde los dos lados del “telón de acero” es que faltan canales adecuados de comunicación entre los dos mundos, en los que se dan recelos, fundados unos e infundados otros; y como persona que ha estado en los dos mundos creo que puedo entender a ambas partes y ayudarlos a entenderse también.

¿Qué opinas de la denominada “fuga de cerebros”?

Creo que el mercado laboral español es un fracaso, y que mientras el emprendimiento no crezca y la tasa de paro sea tan alta, es inevitable que la bolsa de personas con alta preparación académica crezca sin que crezcan las oportunidades. Seguramente sea este uno de los países con mayor proporción de doctores entre sus docentes de secundaria y técnicos de laboratorio.

En estos años, ¿has realizados estancias en el extranjero? Si es así, ¿dónde y qué te aportó?

En realidad, he estado solo un par de meses, en Escocia, en Saint Andrews, aunque si he asistido a distintos congresos y reuniones científicas fuera de España y he mantenido contacto y colaboraciones científicas con investigadores extranjeros. En todo caso, lo considero una experiencia importante y que recomiendo a todo el mundo que tenga la posibilidad de vivirla. Al final son experiencias que te abren a otras formas de trabajar, de afrontar el trabajo de investigación y en resumen a otras culturas del trabajo y de investigación.

Un referente científico femenino y masculino:

No creo en los referentes, creo en los equipos, y por suerte durante mi etapa predoctoral he estado en contacto siempre con investigadores ejemplares.

Lo más gratificante de dedicarte a la ciencia:

Enfrentarte a retos nuevos como algo rutinario. Es difícil caer en la monotonía.

Lo más duro de dedicarte a la ciencia:

Desandar un camino cuando llegas a un bloqueo y tenías muchas esperanzas puestas en tu idea inicial.

Los retos del sistema de I+D+i en España:

Permear a la economía real, generar valor, mejorar la productividad y ser una fuente neta de riqueza.