Doctor en Biología por la Universidade da Coruña (2004) con una tesis que se centró en evaluar la variabilidad espacial de las precipitaciones en Galicia empleando diferentes aproximaciones geoestadísticas. Realizó estancias postdoctorales en la Universidad de Guelph (Canadá) y Universidad Estadual Paulista (Brasil), y disfrutó de un contrato post-doctoral en el Instituto Nacional para la Investigación Agronómica (Francia).

Ha desarrollado su carrera en la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia, Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CSIC), Universidade de Santiago de Compostela y el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón.

Sus líneas de investigación han estado marcadas por un carácter aplicado, desarrollando actividades centradas en evaluar los efectos de las prácticas agrícolas sobre el rendimiento de huertos de frutales y viñedos, integrando el conocimiento resultante en modelos que permitan tomar decisiones informadas que, en última instancia, conduzcan a la sostenibilidad de los sistemas agrícolas.

Recientemente, se ha incorporado como científico titular al grupo Interacciones Microbioma-Suelo-Planta (MBG, Santiago de Compostela).

¿Cuándo y por qué decidiste dedicarte a la ciencia?

Creo que, en mi caso, es vocacional. Desde pequeño he sido curioso y me he interesado por la naturaleza. A medida que iba creciendo me di cuenta de que las asignaturas de ciencias (biología, física y química y, en menor medida, matemáticas) se me daban bastante bien, por lo que decidí estudiar la licenciatura en biología. Hacia el final de esa etapa dudé entre dedicarme a la docencia o a la investigación y, finalmente, opté por la segunda vía porque me atraía más… y hasta ahora.

¿Cómo explicarías al público general tu línea de investigación?

Trato de comprender cómo diferentes estrategias de gestión del suelo y del agua afectan a la fisiología y al rendimiento de los cultivos, en especial frutales y viñedo. El objetivo es optimizar el uso de estos recursos (suelo y agua) desde una perspectiva no solo agronómica, sino también medioambientalmente sostenible, mejorando así la eficiencia de los sistemas agrarios. Además, intento conceptualizar los resultados de las experiencias de campo en modelos informáticos que ayuden a integrar el conocimiento y permitan simular efectos de cambios ambientales que se puedan producir en el futuro. Finalmente, trato de que estos modelos se puedan integrar en herramientas de apoyo a la toma de decisiones y puedan ser utilizados por agricultores o técnicos de cooperativas.

En estos momentos, ¿en qué investigaciones estás inmerso?

Debido a mi reciente incorporación, la mayor parte de mi tiempo lo dedico a completar investigaciones iniciadas en mi anterior trabajo en CITA, pero que están muy relacionadas con las líneas de investigación que pretendo llevar a cabo en la MBG.

Las dos investigaciones más relevantes en las que estoy inmerso son, por una parte, la evaluación de la calidad del suelo en diferentes agroecosistemas que han sido sometidos a estrategias de manejo diferentes, como por ejemplo el laboreo convencional, la siembra directa, la utilización de cultivos cubierta, el manejo ecológico, etc. En este trabajo contemplamos la multifuncionalidad del suelo a través de medidas de sus características físicas, químicas y biológicas. Por otra parte, estoy trabajando en un proyecto en el que se evalúa la vulnerabilidad y resiliencia al cambio climático de las comunidades de regantes de base de dos grandes zonas regables. En este caso, mi labor se centra en simular diferentes escenarios de cambio climático y cómo afectan a las necesidades hídricas de los cultivos y a los rendimientos obtenidos.

¿Qué consejo darías a alguien que quiere dedicarse a la ciencia?

En primer lugar, que no se desanime, que esta profesión es una carrera de fondo y que habrá momentos duros, sobre todo al empezar en este mundo. Por lo tanto, es esencial tener vocación y que te guste investigar para no caer en el desánimo.

En segundo lugar, que se sepa adaptar a las circunstancias que le rodeen profesionalmente, ya sea las que se refieren a la línea de investigación en el área científica en la que se pretenda implicar o a las administrativas y económicas del momento.

¿Qué supuso para ti tomar posesión como científico titular?

A nivel personal supone, por una parte, una gran satisfacción por haber alcanzado este hito en mi carrera profesional después de muchos años dedicado a la investigación y, por otra parte, una gran responsabilidad por devolver a la sociedad, en forma de generación de conocimiento, parte de lo que me ha dado durante mi etapa formativa y postdoctoral.

¿Qué “hito” científico te gustaría alcanzar?

Más que un hito científico, me gustaría que mi labor como investigador permita obtener resultados que sean fácilmente aplicables y tenga un impacto positivo en la mejora de la eficiencia en el uso de recursos del sector agrario nacional y, en especial, en Galicia.

Un libro

No sabría dar un solo título, pero desde siempre me han gustado las novelas de aventuras y el género negro. Por poner un ejemplo de cada una: “La Isla del Tesoro”, de Robert Louis Stevenson y “El Largo Adiós”, de Raymond Chandler. También, especial mención a “El Lobo Estepario”, de Hermann Hesse.

Una película o serie de televisión

Siendo aficionado al cine desde la infancia, se me hace imposible decidirme por una sola película. En cuanto a series, no he visto muchas, pero algunas me han gustado especialmente, como “The Wire” o “Boardwalk Empire”.

Una canción

Imposible decidirme por una sola ya que desde la adolescencia me he dedicado a coleccionar discos. Mis géneros musicales favoritos son Blues, Soul, Rock and Roll, Rock y Country, aunque no me cierro a otras alternativas musicales.

Por mojarme un poco, y en vista de los tiempos que corren, recomendaría escuchar la canción que abre el primer disco en solitario de Curtis Mayfield: “(Don’t Worry) If There’s a Hell Below, We’re All Going To Go”.