Profesor de la Facultad de Letras de la Universidad de Porto.

Doctor en Historia Medieval (1998) y catedrático Habilitado (2007) del Departamento de Historia de la Facultad de Letras de la Universidad de Porto.

Numerário de la Academia das Ciências de Lisboa, del Instituto Português de Heráldica de la Confédération International de Genéalogie y del Instituto Internacional de Genealogía y Heráldica; correspondiente de la Real Academia de la Historia de Madrid, de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía de la Sociedad Española de Estudios Medievales y de la Sociedad Española de Ciencias y Técnicas Historiográficas.

Ha participado recientemente en el II Ciclo de Webinarios Divulgativos del IEGPS “Vidas Medievales en Galicia”, instituto con el que mantiene una fructífera colaboración.

¿Qué relación mantiene con el IEGPS?

Una relación casi “umbilical”, si me permite la expresión. Mi profunda y antigua amistad con Eduardo Pardo de Guevara, su director, y nuestra proximidad de intereses científicos –somos medievalistas y estudiamos nobleza, genealogía y heráldica medievales- permitió un contacto constante.

¿En qué se ha materializado esa colaboración?

Esta relación continuada y siempre renovada permitió desarrollar distintas formas de colaboración. En primer lugar, la participación en iniciativas del IEGPS a lo largo de los últimos treinta años. En segundo lugar, proporcionar el intercambio de investigadores jóvenes entre el Instituto y la Universidad de Porto.  En tercer lugar, presentar el IEGPS a muchos de mis compañeros portugueses, no solo de la Faculdade de Letras, pero también de otros centros de investigación y facultades portugueses, que también desde hace muchos años vienen hasta Galicia para participar en coloquios, palestras o proyectos comunes.

Como resumen de todos los aspectos anteriores, mi participación en el Consejo Asesor de Cuadernos de Estudios Gallegos y de las Monografías, y la co-coordinación de un importante proyecto europeo (EUROCORE), que estudió las raíces y las relaciones de Portugal y de Galicia a lo largo de los siglos y que contó con la colaboración de muchos investigadores portugueses y españoles – en particular del IEGPS-, esfuerzo plasmado en un libro esencial para comprender nuestro vivir común – Entre Portugal e a Galiza (Sécs. XI a XVII). Um olhar peninsular sobre uma região histórica (2014).

Recientemente, ha participado en el ciclo organizado por el IEGPS, impartiendo la ponencia “Reyes portugueses en Santiago. Peregrinaciones regias a Compostela entre los siglos XIII y XVI”. ¿Cómo valora la experiencia? ¿Qué puede destacar del tema sobre el que versó?

Muy positivamente, como siempre, ya que las actividades organizadas en el IEGPS tienen dos constantes: la organización es impecable, siempre, y te reciben siempre como si fuera la primera vez que visitas el instituto. En suma, siempre te hacen sentir como uno de la casa.

Sobre mi intervención, solo pretendió destacar que para los monarcas portugueses -una vez que Portugal solo tendrá un local de verdadera peregrinación universal con Fátima, desde inicios del siglo XX- Santiago de Compostela era el local preferencial y natural para sus peregrinaciones. Por otra parte, y una vez que siempre se recuerda la figura de la Reina Santa, pretendí llamar la atención para otros reyes portugueses que caminaron hasta la tumba del Apóstol y las circunstancias políticas en que lo hicieran desde inicios del siglo XII hasta el inicio del siglo XVI (Alfonso II, Dinis y Manuel I).

Fue discípulo de José Mattoso e de Luís Adão da Fonseca. ¿Qué aprendió de ellos?

En primer lugar, hay que matizar que hay dos, ya que eso no es común. Fonseca fue responsable por mi carrera académica, ya que empecé como su ayudante, me enseño como preparar las clases, me orientó en mis primeros pasos, y por encima de todo, me abrió las puertas para introducirme en el medio académico español. Colaboré con él en la creación de la Sociedade Portuguesa de Estudos Medievais (1985), contando con el apoyo de la Sociedad Española y, poco a poco conocí a muchos medievalistas españoles y, como en el ámbito de esas relaciones, organicé con él varios congresos luso-portugueses hice muchos contactos. Con Mattoso fue distinto, porque en Porto, en la facultad, no tenía ningún experto en nobleza medieval y Fonseca y José Marques me incentivaron a contactar con el historiador, y así empezó su orientación científica, hasta hoy. Por eso me considero discípulo de los dos, y más importante, los dos me enseñaron como estar, desde el punto de vista ético-profesional, tanto en la carrera académica como en la carrera científica.

Sus investigaciones se desarrollan en torno a dos líneas complementarias: la nobleza portuguesa hasta el siglo XIV y las relaciones políticas y diplomáticas entre Portugal e las otras monarquías hispánicas, ámbito particularmente importante para el grupo nobiliario peninsular. ¿Cuáles han sido los principales logros que ha alcanzado hasta la fecha en ellas?

Mi logro más importante fue, y creo que lo conseguí, destacar, por encima de todo, la importancia del análisis comparado entre la historiografía portuguesa con la española.

Cuando empecé mi carrera, a mediados de los años de 1980, la escuela historiográfica dominante en Europa aún era la francesa, heredera de los Annales. Por entonces, la historiografía Ibérica aún estaba muy encerrada sobre ella misma, y con un grave déficit de fuentes publicadas, lo que llevó muchos historiadores a adoptar los modelos interpretativos franceses a las distintas realidades medievales hispánicas, portuguesa, gallego-leonesa o castellana, sin conocer con la debida profundidad y extensión los datos empíricos de los correspondientes reinos, lo que llevó a algunas “divagaciones” interpretativas.

Por eso, el mejor conocimiento, hoy, de las fuentes, y la comprensión de la enorme proximidad de nuestras “historias” justifica que, antes de procurar ejemplos en Escandinavia o en la Alemania/Italia Hohenstaufen, los historiadores deberían empezar por las realidades que son más parecidas y cercanas.

Tiene cerca de 140 títulos publicados sobre dichas líneas de investigación. ¿Cuáles destacaría y por qué?

Mi tesis, y desde entonces todos los trabajos en donde intenté comprender la verdadera escala del grupo nobiliario portugués, sacando las necesarias conclusiones a nivel social y político. Un ejemplo: todos reconocen que Portugal es la primera monarquía europea con una verdadera expansión atlántica, en particular a partir de la conquista de Ceuta en 1415. Pero nadie se cuestionó como eso fue posible, en un cuadro general de crisis y de guerra en casi toda la Cristiandad de esa época. La cuestión no se pone desde un punto de vista técnico, o sobre la voluntad del rey de Portugal en hacerlo; sobre eso ya sabemos casi todo, pero nunca preguntamos cómo lo pudo hacer, pagándolo la Corona y sin contestación. Yo sí, creo que puedo contestar: porque en Portugal nunca existió un grupo señorial suficientemente fuerte que contestara el gradual y casi constante desarrollo del poder regio.

¿En qué investigaciones está inmerso en estos momentos?

En este momento estoy muy comprometido con mis tareas en la Faculdade de Letras (director de la Licenciatura en Historia) y en la Academia das Ciências de Lisboa (soy el director de su archivo histórico, director de la colección de edición de fuentes medievales Portugaliae Monumenta Historica, y coordinador del Diccionário Académico y Histórico de la ACL).

Desde el punto de vista de la investigación tengo dos proyectos: La creación de una red de varias universidades portuguesas y españolas para la investigación sobre la nobleza medieval hispánica y revisar, a la luz de las nuevas fuentes conocidas, las genealogías de la nobleza medieval portuguesa (siglos VIII-XII).