Responsable de la línea de investigación “Metalurgia pre y protohistórica: tecnología, sociedad y paleoambiente” del Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit). 

¿Cuándo comienza a desarrollarse la línea de investigación, cómo ha evolucionado y qué singularidad presenta?

Sus orígenes se remontan a 2008, cuando era investigador posdoctoral en el grupo de investigación que dio lugar al Incipit. Entre los principales hitos de su evolución cabe mencionar la concesión en 2010 del proyecto “Del taller al cuerpo: el metal como expresión de poder en la protohistoria del Noroeste peninsular” (Plan Galego de I+D+i), del que fui investigador principal; el periodo 2014-16 con mi labor en el Institute of Archaeology de la University College London; y mi reincorporación al Incipit en 2016 como investigador Ramón y Cajal. En este trayecto destacaría la ampliación de la cobertura geográfica de la investigación a toda la Europa atlántica y el Mediterráneo occidental, la incorporación de personal pre y posdoctoral, la captación de financiación competitiva o la creación de un laboratorio propio. En cuanto a su singularidad, el énfasis en los aspectos patrimoniales de la actividad minero-metalúrgica, incluyendo su legado cultural, su materialidad o su huella ecológica, constituye un rasgo distintivo de nuestra línea de investigación con respecto a otras que también se dedican a la metalurgia antigua.

¿Cuál es su principal cometido?

El estudio de la metalurgia pre y protohistórica, atendiendo a sus aspectos tecnológicos, socioeconómicos y también al impacto ambiental que generan las actividades minero-metalúrgicas. Esto implica poner el foco en dos aspectos fundamentales. El primero es el ciclo completo del metal, que abarca desde la obtención de materia prima hasta la amortización de los artefactos metálicos, pasando por su producción, circulación y uso. El segundo, las dinámicas sociales que estas actividades generan. Para ello recurrimos al trabajo de campo, al estudio de materiales en museos y a la aplicación de técnicas analíticas en el laboratorio, con el cometido de producir conocimiento socialmente relevante.

¿Qué servicios prestan?

Recibimos solicitudes de museos, administraciones y otros grupos de investigación para realizar estudios y análisis de artefactos metálicos. Actualmente estamos estructurando una oferta de servicios que daremos de alta en el Catálogo de Servicios Científico-Técnicos del CSIC y también nos hemos integrado en el Proyecto Arqueometalurgia, el principal y más longevo programa de investigación arqueometalúrgica de nuestro país, iniciado por Salvador Rovira en 1982, que desde hace años venía liderando en solitario Ignacio Montero en el Instituto de Historia del CSIC y que a partir de ahora tendrá un segundo anclaje en el Incipit. Este programa ha estado siempre al servicio de la comunidad investigadora y de los agentes relacionados con la gestión del Patrimonio Cultural.

¿Cuáles son las principales entidades con las que mantienen en la actualidad colaboración?

Además de las colaboraciones en el ámbito académico, en la actualidad tenemos un convenio con la Diputación de Pontevedra para realizar estudios de materiales, trabajo de campo y actividades de formación en dicha provincia. Al mismo tiempo, nuestra colaboración sostenida con diversos museos e instituciones nos ha permitido generar conocimientos y protocolos de trabajo que son relevantes para la investigación, conservación y valorización de sus bienes culturales. Un ejemplo en este sentido lo constituye el estudio y restauración de la colección de artefactos metálicos del Bronce Final de la Universidade de Santiago de Compostela, que ha dado lugar a la exposición itinerante “Cinco vidas, una historia”, que hasta la fecha ha podido visitarse en Santiago de Compostela, A Coruña y Pontevedra.

¿Podría poner algún ejemplo en el que las investigaciones que desarrollan hayan dado un resultado de especial relevancia?

Nuestras investigaciones sobre la orfebrería de los castros nos han llevado a estudiar algunos de los conjuntos más relevantes del Noroeste ibérico como el Tesoro de Recouso, en el que hemos obtenido las primeras dataciones directas por Carbono 14 para la orfebrería peninsular y caracterizado, también por primera vez en nuestro país, rellenos no metálicos en el interior de piezas de orfebrería, identificando un particular sedimento con alto contenido en diatomeas. En paralelo, nuestros trabajos sobre los depósitos metálicos del Bronce Final de la Europa atlántica han dado lugar a un relevante repertorio transnacional de análisis de composición elemental y de isótopos de plomo, que constituye una importante fuente de información para el estudio de la circulación del metal y de la tecnología metalúrgica en este vasto territorio. A todo ello se unen intervenciones en diversos yacimientos arqueológicos de Formentera o estudios sobre turberas y otros registros paleoambientales de contaminación minero-metalúrgica en diversos lugares del continente europeo, iniciativas, estas últimas, de las que son responsables el personal posdoctoral de nuestra línea de investigación

¿En qué momento se encuentran sus investigaciones? ¿Está cerca de alcanzar sus objetivos, necesita abrir nuevas líneas de trabajo o debe continuar en la misma línea que hasta ahora para seguir avanzando?

Es habitual que el cumplimiento de unos objetivos científicos suponga el surgimiento de otros nuevos. Al mismo tiempo, el registro relacionado con la actividad minero-metalúrgica pre y protohistórica en la Europa atlántica y el Mediterráneo occidental es ingente y no para de crecer, en forma de yacimientos, materiales obtenidos en excavaciones o conservados en museos, evidencias paleoambientales… Nuestra línea de investigación es bastante joven, se ha ido consolidando en los últimos años y actualmente se encuentra en un momento prometedor. Queremos terminar de consolidar el trabajo realizado y reforzar nuevas líneas que estamos comenzando a explorar.

¿Podría indicar un objetivo a corto, medio y largo plazo para la línea?

En los próximos meses nos centraremos en concluir y publicar los resultados del proyecto sobre la producción y deposición masiva de bronces plomados en la transición Bronce Final – Edad del Hierro de la Europa atlántica. También estamos inmersos en la creación de un sistema de información online y colaborativo que nos permitirá gestionar y hacer disponibles en abierto todos estos conjuntos de datos. A medio plazo, pretendemos seguir avanzando en el conocimiento de la tecnología metalúrgica de base cobre y en metales nobles, en la caracterización de los recursos minero-metalúrgicos del Occidente ibérico, así como consolidar la línea de trabajo sobre el impacto ambiental de la metalurgia y las investigaciones en el Mediterráneo occidental. Otro objetivo a medio plazo, en este caso compartido por todo el Incipit, es la ampliación de nuestros laboratorios en la nueva sede del Edificio Fontán (Cidade da Cultura), es decir, la dotación de una infraestructura científica para estudios en patrimonio, arqueología y paleoambiente con finalidades de investigación, formación, prestación de servicios y divulgación. El objetivo a largo plazo es consolidar nuestra línea de investigación como uno de los pilares fundamentales del Incipit y convertirla en referente a nivel internacional, con un equipo humano estable, al servicio de la sociedad y que atienda a todas las facetas que comprende hoy la actividad científica.

Xosé-Lois Armada, responsable de la línea de investigación del Incipit “Metalurgia pre y protohistórica: tecnología, sociedad, paleoambiente”.