El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT), está llevando a cabo este mes actuaciones arqueológicas en Mallorca en el marco de proyectos de investigación cuyo objetivo es profundizar en el conocimiento de la metalurgia prehistórica en el territorio insular y definir la ocupación de diferentes yacimientos.
Se trata de “METINSULA Arqueología prehistórica y metalurgia de las sociedades insulares del Mediterráneo Occidental”, financiado por el propio CSIC y del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y de “El coure metàl·lic a la Prehistòria de Mallorca. Mineria, tecnologia de producció i procedència a través d’un projecte arqueològic interdisciplinari”, financiado también por CSIC, Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y el Consell Insular de Mallorca. Ambos tienen como investigador principal a Pau Sureda Torres, investigador Ramón y Cajal en el INCIPIT.
“El desarrollo de estas actuaciones se caracteriza por la aplicación de diferentes metodologías arqueológicas para registrar y conocer una serie de yacimientos prehistóricos, tales como Son Sunyer, Turassot, Cova de Sa Nineta o Son Fornés y elementos patrimoniales vinculados a ellos”, explica Pau Sureda.
En este sentido, esta semana el equipo ha realizado la excavación de uno de los hipogeos, el denominado SSU5, que compone la necrópolis de la Edad del Bronce de Son Sunyer. El yacimiento cuenta con ocho cuevas artificiales usadas para enterramientos y datadas entre el Bronce Medio y Final. Cada una de estas tumbas presenta características variadas, tanto de planta simple circular como de planta alargada con corredor, bancos corridos, antecámaras y/o nichos, tanto laterales como en el ábside.
“Los hipogeos de Son Sunyer, al igual que los de toda la isla, sufrieron constantes expolios y, desde el siglo XVI, la propia roca donde fueron excavados se utilizó como cantera para la extracción de bloques de marés, lo que dejó parte de las estructuras subterráneas seccionadas y alteradas. En el siglo XX fueron objeto de diferentes noticias e intervenciones desde principios de siglo que culminaron en la excavación de los depósitos arqueológicos remanentes de los expolios en 1961. En 2016 se llevó a cabo una limpieza de la vegetación y los escombros que cubrían las estructuras, especialmente gracias a la subvención del Consell de Mallorca para la adecuación de yacimientos arqueológicos. En la última de estas intervenciones, efectuada en 2023, se descubrió un nicho que hasta ahora había pasado inadvertido que probablemente conserve su depósito funerario original”, explican Pau Sureda y Jordi Hernández.
La actuación que se está realizando ahora pretende determinar el estado de conservación y los posibles restos arqueológicos que parecen mantenerse en el estado original. Por tanto, los resultados aportarán mucha información para el conocimiento de las tradiciones de enterramiento, la construcción de estas estructuras y la población allí enterrada.
Otro de los trabajos incluye la realización de vuelos LIDAR en tres yacimientos de la isla (Turassot, Cova de Sa Nineta y Son Fornés) sobre los que se realizarán vuelos de dron preparados con sistemas de registro LIDAR. Este sistema, no invasivo, ayudarán a identificar y registrar construcciones y estructuras vinculadas a las áreas ya excavadas y conocidas de los tres yacimientos.
La próxima semana el equipo iniciará la prospección arqueológica en la Serra de Tramuntana.
“Esta actuación parte de un conjunto de restos metalúrgicos descubiertos a principios del siglo XXI en las zonas más inaccesibles de la Serra de Tramuntana, que podrían corresponderse con las evidencias más antiguas de metalurgia en Mallorca y ser las únicas que evidencien un aprovechamiento de los recursos locales de cobre durante la Prehistoria. Las prospecciones tienen como objetivo localizar contextos arqueológicos con potencial para realizar en el futuro una campaña de excavación. Igualmente se prospectarán los indicios de cobre de la Serra de Tramuntana para obtener muestras minerales con el fin de completar la caracterización de los del plomo de la isla y poder realizar comparativas con los análisis realizados hasta el momento en piezas arqueológicas de este material”, avanzan desde el equipo.
