El proyecto “Tradición e innovación de los productos derivados del maíz gallego” concluye tras cerca de un año de trabajo. Promovido por CIFP Manuel Antonio (Vigo), que tienen implantado un ciclo de Panadería, Repostería y Confitería y quien aúna sinergias con instituciones y centros educativos para impulsar proyectos de emprendimiento en el sector panadero, ha contado con la colaboración científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a través del Grupo Genética y Mejora de Maíz de la Misión Biológica de Galicia (MBG).

Financiado por la Xunta de Galicia a través de la Consellería de Cultura, Educación y Universidad, sus objetivos pasaban por promover el uso del maíz autóctono para recuperar la fabricación de productos de panadería tradicionales y de calidad, así como por realizar propuestas didácticas para el alumnado y explorar nuevas fórmulas de fabricación de productos derivados del maíz tradicional. Para alcanzarlos, ha contado también con la participación de la Escola de Canteiros de Poio, los IES de Teis y A Guía y de la empresa panificado Amásame.

El objetivo general ponía el foco en la formación del alumnado, al que se pretendía instruir tanto para la elaboración como para la comercialización de este tipo de productos. Para ello, se han abordado las siguientes acciones con la colaboración de las entidades participantes: 1) selección de diversos tipos de Maíz, 2) estudio de sus posibles aplicaciones en panadería, 3) realización e Instalación en el CIFP de un horno tradicional, 4) elaboración de productos derivados de maíz, 5) valoración y análisis sensorial de las pruebas y 6) diseño de una campaña de marketing y publicidad.

“Se pretendía mostrar las posibilidades gastronómicas del maíz gallego, abarcando el ciclo completo: desde la selección de semillas hasta la obtención del producto final, es decir, desde la producción a la comercialización”, explica Luziano Tizado, coordinador del proyecto.

“Nuestra participación consistió, fundamentalmente, en las siguientes acciones: análisis de las variedades de maíz autóctono que mejor se adaptasen organolépticamente a los procesos de panificación, plantación de varios tipos de maíz interesantes para dicho proceso (blanco, amarillo, corvo) y de otras específicas para comercializar palomitas de maíz, maíz dulce o consumo en fresco”, explica Pedro Revilla Temiño, investigador científico del CSIC.

El proyecto también abarcó la realización e instalación de un horno tradicional de piedra en el CIFP Manuel Antonio y la de un App para que el consumidor tenga información del producto, así como el diseño y establecimiento de un punto físico de venta en el centro para que el alumnado haga prácticas de venta y comercialización o el diseño de una campaña de marketing y publicidad enfocada a los nuevos consumidores.

“Tras este proyecto, hemos establecido una colaboración con la que pretendemos desarrollar productos de panadería tradicionales y novedosos, de calidad y susceptibles de ser comercializados por panaderos innovadores”, destacan desde el CSIC y el CIFP Manuel Antonio.

 

El CSIC, a través de la MBG, ha informado y asesorado al alumnado y profesorado