Es desde septiembre de 2021 delegado institucional del CSIC en Galicia.

Licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Santiago de Compostela (1980) y doctor (1986) en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid, es científico titular del CSIC desde 1993.

Desde 2004 su labor se ha centrado, especialmente, en la gestión, el análisis y las estrategias de la I+D+i y desde 2014 está destinado en la Misión Biológica de Galicia.

¿Cuándo y por qué decidiste dedicarte a la ciencia?

La investigación me gustó desde pequeño. Me interesaban mucho los programas y documentales sobre ciencia que se emitían acerca, por ejemplo, de cómo sería el mundo a partir del año 2000. También me marcó la conquista del espacio y seguía mucho a grandes divulgadores, como Félix Rodríguez de la Fuente y Carl Sagan. Todo ello me animó a estudiar una carrera científica, Biología, con la idea de dedicarme a la investigación científica.

Algunos años después de iniciar tu carrera científica en el CSIC en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas y de crear tu propio grupo, “colgaste la bata” y pasaste a dedicarte más a la gestión. ¿Cómo y por qué?

Casi nada más llegar de una de mis estancias posdoctorales, en Instituto Pasteur de París, en 1994, empecé a colaborar con la ahora extinta Agencia Nacional de Evaluación y Perspectiva (ANEP) como coordinador adjunto de Biología Molecular y Celular, lo que me permitió tener una visión global de la ciencia dentro de esta área. En 2004 me animé a implicarme más en ese tipo de actividades en la Organización Central del CSIC. Mantuve un tiempo mi laboratorio compaginando ambas actividades, pero soy de la idea de mejor dedicarme 100% a algo, opté por la gestión. El CSIC era un escenario ideal para trabajar en ello, con el aliciente de que es multidisciplinar. Conocer cómo funcionan las organizaciones de investigación, algo que a veces desde el laboratorio no se aprecia, es muy interesante: oportunidades, ventajas, aspectos positivos, aspectos negativos…

Fuiste director general fundador de la Fundación General CSIC de 2008 a 2012 y tras esta etapa vuelves a Galicia, a tu tierra…

Efectivamente, tras apostar por dedicarme a la gestión, el por entonces presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, me encomendó que pusiera en marcha la Fundación General CSIC en 2008, estableciendo su estructura y líneas de actuación. Después, me incorporé de nuevo al CSIC, pues la Fundación es privada para lo que había tenido que pedir la excedencia. Como no quería hacer investigación de nuevo porque ya estaba muy desconectado de ese mundo, y teniendo en cuenta que soy de Pontevedra, opté por solicitar incorporarme a la Misión Biológica de Galicia. Allí mi cometido fue apoyar a la Dirección en diversas actuaciones y también me vinculé a la Delegación del CSIC en Galicia ocupándome, entre otros aspectos, de la elaboración de documentos institucionales y científico-técnicos, como la Memoria anual.

En 2015 te nombraron vicedirector de la MBG y en 2021 la Presidencia del CSIC te plantea asumir la dirección del proyecto Casa de la Ciencia del CSIC en Galicia y posteriormente la Delegación Institucional. ¿Cómo afrontas este doble reto?

El de la Delegación es un reto muy interesante. Mi punto de vista como delegado es que tengo que facilitar la tarea a los centros del CSIC en Galicia y al mismo tiempo establecer la coordinación que se precise con los otros actores del sistema de I+D+i gallego.  Mi objetivo, mi deseo, es estar al servicio de los institutos.

En cuanto a la Casa de la Ciencia, es una tarea muy ambiciosa, puesto que no hay ninguna Casa de la Ciencia del CSIC en Galicia. Ponerla en marcha desde cero es todo un reto. Nos guiaremos por otros ejemplos, como la de Valencia o Sevilla, pero pretendemos tener nuestra propia esencia. Queremos dar a conocer la labor del CSIC y de otras entidades de investigación de toda España, llegando al ciudadano, al que pretendemos trasladar la complejidad de la ciencia y sensibilizarlo hacia la I+D+i, consiguiendo que tenga criterio para diferenciar la ciencia de la falsa ciencia. Estamos ya diseñando un catálogo de propuestas para ello, que abarca desde proyectos de exposiciones dinámicas, conferencias, debates coloquios a ciencia ciudadana, donde pretendemos tener una actividad intensa, pues consideramos que es la forma más inmersiva de vincular a la ciudadanía con la I+D+i.

¿En qué estado se encuentra el proyecto de la Casa de la Ciencia y cuándo está previsto que abra sus puertas para la ciudadanía?

A finales de 2019 el CSIC compró, por cerca de 1,5 millones de euros, el edificio que será su sede: la Casa de la Parra, en la plaza de Quintana (Santiago de Compostela). En estos momentos el edificio necesita ser rehabilitado y acometer cambios estructurales. Se está trabajando ahora en el proyecto de rehabilitación y ocupación y va a salir a concurso el proyecto de obra. Prevemos que las obras se inicien hacia el verano de 2022 y que se prolonguen unos seis meses. Por tanto, pienso que podríamos abrir a finales de 2022 o principios de 2023, al menos ese es mi deseo.

¿A qué retos te enfrentas como delegado?

Creo que en estos momentos lo que me corresponde es modernizar la Delegación, dinamizarla y adaptarla al contexto actual en todas sus dimensiones. Me gustaría fomentar una cultura de equipo, aligerar el formalismo que puede impregnar a este tipo de entidades y vincularla e implicarla en el proyecto Casa de la Ciencia.

¿Qué es lo más y lo menos gratificante de tu día a día como delegado?

Lo que más me gusta de ser delegado es que me permite disponer de una visión global del sistema de I+D+i en Galicia y conocerlo de primera mano, intentando desde la Delegación contribuir a que el CSIC en Galicia y la ciencia en general mejore. Lo más incómodo es tener que cuadrar la agenda, no ser dueño de mi tiempo.

¿Qué mensaje querrías trasladar desde la Delegación a los ICUS?

Un mensaje de servicio, especialmente en tres áreas técnicas a través de sus respectivas Unidades: Comunicación, Cultura Científica e I+D+i/Transferencia. A ello se unen otras colaboraciones que la Delegación o yo como delegado pueda prestar: representación, interacción con diferentes agentes, coordinación…

Si pudieras aprovechar esta ocasión para trasladar un mensaje a los diferentes perfiles de personal que integran el CSIC en Galicia, ¿qué les dirías?

A los nuevos científicos titulares que sean conscientes del potencial del CSIC y que sepan que cuentan con todo el apoyo de la Delegación en el desarrollo de su carrera científica.

Al personal en formación, especialmente a los que están realizando su tesis doctoral, que aprovechen la oportunidad de trabajar en un organismo multidisciplinar con investigadores de primer nivel.

Al personal de gestión y administración y servicios, que soy muy sensible a su labor, pues es fundamental para que el CSIC funcione, son la sala de máquinas que mueve todo. Sin ellos, se para el CSIC.

Al personal senior, un mensaje de agradecimiento.

Al personal técnico, también un mensaje de agradecimiento. Sin ellos, los grupos de investigación no podrían llevar a cabo su cometido de una manera eficaz y eficiente

¿Y a la Organización Central?

Que somos conscientes en Galicia de la apuesta que está realizando la institución por esta comunidad autónoma, por lo que estamos agradecidos y manifestamos nuestro compromiso de trabajar para responder a esa apuesta.

Más personal…

Un libro

Me gusta mucho la ciencia ficción. Hay muchos que me han gustado. Elegir solo uno me cuesta mucho, pero podría mencionar “La Fundación” de Isaac Asimov; “La saga Hyperion”, de Dan Simmons, “La Historia de tu vida”, de Ted Chiang, y “El problema de los tres cuerpos”, de Liu Cixin. En otro tono, me encantó, desde todos los puntos de vista, la “Trilogía en cinco volúmenes” de “La Guía del Autoestopista Galáctico”, de Douglas Adams.

Una canción

“Heroes”, de David Bowie, o “Solitary Man” de Johnny Cash.

Un referente científico

Eladio Viñuela.

Una película

“2001, una odisea en el espacio”, de Stanley Kubrick. También he disfrutado mucho con las tres de “Toy Story”.

Una serie

“Twin Peaks”.

Una o varias fechas

17 de junio, 30 de septiembre y 12 de noviembre.

Una o varias ciudades

Pontevedra y San Francisco.