Jefa del grupo Viticultura de la Misión Biológica de Galicia (MBG).

¿Cuándo comienza a desarrollarse la línea de investigación del grupo y cómo ha ido evolucionando?

Nuestra línea fundamental de investigación se centra en la viticultura, de ahí la nuestra denominación, si bien también trabajamos en otras especies leñosas de interés agrario, como el olivo autóctono del norte de España y la rosa cultivada antigua para uso industrial. La investigación en viticultura comenzó a desarrollarse en 1986, cuando inicié mi carrera científica en el IIAG (Santiago de Compostela), bajo la dirección del Dr. Mantilla. Tras su fallecimiento, en 1992, la línea se cerró y me trasladé a la MBG, donde se dio continuidad a ese trabajo. En una primera fase nos centramos en la recuperación y caracterización de antiguas variedades de vid de Galicia y Asturias. En la actualidad, nuestra labor se centra también en otros aspectos: el estudio de diferentes cuestiones sobre las enfermedades fúngicas de la vid, el desarrollo de modelos de predicción, la interacción variedad/clima/hongo, o los mecanismos de defensa de la planta frente al patógeno; el estudio de la influencia de las condiciones del suelo, clima y prácticas de manejo de cultivo en la calidad de uva, del mosto, del vino y de los residuos vitivinícolas generados; el aprovechamiento de dichos residuos para la obtención de nuevos productos o la puesta punto de métodos de control de malas hierbas más respetuosos con el medio ambiente y adaptados a la viticultura de climas húmedos, tales como el uso de ovejas con aversión inducida a la vid. También abordamos el efecto beneficioso para la salud de la uva y el vino procedentes de variedades cultivadas en zonas de climas húmedos y de montaña.

¿Cuándo se iniciaron las otras líneas de investigación, sobre el olivo y la rosa?

La del olivo en 2012, porque nos lo pidió una pequeña empresa en el marco de un proyecto CDTI (FEDER) que estaba interesada en producir aceite de oliva gallego. Finalizado aquel primer proyecto, que duró escasamente dos años, se interesó por el tema la Fundación Juana de Vega, que desde el año 2017 está financiando las investigaciones en torno a ello. En estos últimos años se han descrito más de una decena de variedades autóctonas de olivo gallego, contamos ya con los primeros datos sobre las características de los aceites monovarietales de algunas de ellas y hemos sido capaces de diferenciar distintas zonas olivareras en Galicia, sentando así las bases para la creación de una futura Denominación de Origen (D.O.). En 2017 iniciamos otra línea de investigación relacionada con el descubrimiento y selección de una rosa cultivada antigua (Rosa Narcea), de la que se ha publicado el primer artículo científico en Horticulture Research (grupo Nature). Se trataría de la primera rosa antigua cultivada española y la tercera europea, y ya estamos trabajando en estrecha colaboración con la Academia Española del Perfume y realizando ensayos para la obtención de aceite esencial y estudios sobre su comportamiento agronómico.

¿Qué papel otorgan a la transferencia?

Un papel fundamental, es una obligación transferir aquellos resultados que tienen una aplicación práctica y que pueden contribuir a mejorar y crear riqueza en nuestro país. La transferencia no es fácil y exige un enorme esfuerzo y dedicación, que no siempre se valora. Hay quién piensa que la excelencia científica está solo en publicar muchos artículos en revistas de alto impacto, y que la transferencia es una anécdota. Yo creo que la excelencia está en ser capaces de llegar al final en las dos vertientes, la de las publicaciones y la de la transferencia. En nuestro grupo, ya desde los inicios, somos muy activos y productivos en este ámbito: proyectos financiados por el sector privado, cantidades cada vez más elevadas de royalties, fruto de las licencias de explotación que tenemos en vigor, primeros clones seleccionados y certificados de la variedad Albariño, o de las variedades asturianas Verdejo Negro o Albarín Negro, primeras plantas de dos variedades gallegas autóctonas descritas previamente por nosotros (Brava Gallega y Mansa Gallega)…

¿Podría poner algún ejemplo en el que las investigaciones que desarrollan hayan dado un resultado de especial relevancia?

En el caso de la vid, hemos descrito las variedades gallegas, que estaban sin describir y sin ser reconocidas en el Registro Español de Variedades de Interés Comercial cuando empezamos en el año 1986. Las Denominaciones de Origen Gallegas Rías Baixas o Ribeira Sacra, entre otras, que iniciaron su andadura un tiempo después, encontraron en nuestro trabajo de recuperación, descripción y estudio de las variedades, un apoyo fundamental para que las propias D.O. y sus vinos pudiesen ser reconocidos como productos únicos y exclusivos, y valorados como tales en los mercados internacionales, llegando a los enormes niveles de reconocimiento de los que gozan actualmente. En el caso de la zona vitícola asturiana, llegamos aún más lejos, porque su recuperación fue iniciativa nuestra con un trabajo que comenzó en el año 1986. En el tema del olivo autóctono gallego, estamos trabajando en la recuperación de variedades y aportando los datos científicos necesarios para la creación de una Denominación de Origen.

¿En qué momento se encuentran sus investigaciones? ¿Está cerca de alcanzar sus objetivos, necesita abrir nuevas líneas de trabajo o debe continuar en la misma línea que hasta ahora para seguir avanzando?

Considero que hemos alcanzado y superado algunos de los objetivos planteados hace ya 30 años en el tema de la vid, como la recuperación y descripción de las antiguas variedades en vías de extinción del norte y noroeste de España, si bien en otros aún nos queda camino por recorrer. En el tema del olivo, el recorrido de nuestras investigaciones es menor, desde 2012, pero considero que hemos superado con creces los objetivos que nos habíamos planteado al inicio y esperamos poder alcanzar objetivos muy ambiciosos a corto plazo. En cuanto a la rosa antigua, acabamos de publicar el primer artículo científico, que ha supuesto el reconocimiento de Rosa Narcea como la primera rosa antigua cultivada española y con posible interés en la industria del perfume. En los próximos años nos espera un trabajo apasionante sobre esta rosa, con varias líneas de trabajo paralelas..

¿Podría indicar un objetivo a corto plazo, medio y largo plazo para el grupo de investigación?

El objetivo general a corto-medio plazo es que la Plataforma Temática Interdisciplinar “Alternativas Científicas Interdisciplinares Contra El Despoblamiento Rural” (ALCIDER), que coordinamos, sea un éxito. Después, tenemos diferentes objetivos para la vid, el olivo y la rosa antigua. En la vid, el demostrar, a nivel científico, el valor de algunos residuos vitivinícolas para la obtención de nuevos productos de alto valor añadido, y ayudar a poner en marcha pequeñas iniciativas empresariales en base a ello. En olivo, terminar la caracterización de las variedades y los aceites de cada una de ellas y ayudar a establecer olivares en diferentes zonas de Galicia, a partir de las plantas transferidas por nosotros, aportando además los datos científicos necesarios para apoyar la creación de una Denominación de Origen. Con Rosa Narcea, completar el estudio sobre la calidad de sus aceites esenciales y, si como esperamos alcanza los niveles de máxima calidad, transferir planta para que se puedan realizar plantaciones, en principio, en el hábitat natural donde esta rosa tuvo su origen.

El grupo Viticultura

  • Año de creación: 2000.
  • Fundadores: Carmen Martínez Rodríguez.
  • Presentación: Se dedica a la descripción botánica, histológica, agronómica y molecular de variedades autóctonas de vid, olivo y rosa cultivada antigua (para perfume) y su posterior reintroducción en el sector productivo; a la cuantificación de la resistencia a enfermedades fúngicas y mecanismos bioquímicos/fisiológicos de defensa de la planta frente a hongos; variabilidad intra/intervarietal-terroir-nuevos manejos de cultivo tecnológicos (TICs, IoT, robótica, drones) y otros sostenibles y el aprovechamiento de residuos vitivinícolas/oleícolas para obtener nuevos productos de uso en cosmética, alimentación o medicina.
  • Plantilla: 6 personas.