El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha estudiado el ciclo biogeoquímico de cromo y níquel en el entorno costero del cabo Ortegal y ría de Ortigueira, lo que ha permitido determinar por primera vez las principales vías de transporte de estos metales al mar y evaluar la posible contaminación en sedimentos y organismos marinos.
“El cromo y níquel son metales corrientes en la corteza continental de nuestro planeta. En Galicia su presencia es discontinua, si bien es conocida su abundancia en minerales de los macizos de Limo y Herbeira en el complejo geoquímico de Cabo Ortegal. En este contexto, se diseñó una investigación multidisciplinar que abarcó desde la determinación de las vías de transporte de dichos metales hacia la ría de Ortigueira hasta la evaluación de una posible contaminación ambiental en la región por cromo y níquel y si llegan a acumularse en seres vivos”, explica Ricardo Prego, profesor de investigación del CSIC y coordinador del proyecto científico.
La investigación, de carácter pluridisciplinar, se realizó en el marco del proyecto “Influencia del forzamiento meteorológico, geoquímica local y zona estuarica en la hidrodinámica, ciclo biogeoquímico de metales traza y transporte de plancton en las rías gallegas del norte”, financiado por el Plan Nacional de Investigación, y de la Acción Integrada hispano-portuguesa “Influencia del complejo geológico de cabo Ortegal en la ría de Ortigueira: niveles naturales y enriquecimiento de metales traza y tierras raras”.
Liderada por el CSIC a través del Grupo de Biogeoquímica Marina del Instituto de Investigaciones Marinas (Vigo), contó con la colaboración del Instituto Portugués del Mar y de la Atmosfera (IPMA), del Instituto Español de Oceanografía (IEO), de la Universidad de Vigo (UVigo) y del INTECMAR.
La investigación: principales resultados
Para determinar las vías de transporte de cromo y níquel desde sus fuentes minerales en el complejo geoquímico de Ortegal hasta las rías, los científicos recogieron quincenalmente durante un año muestras del agua fluvial cerca de la desembocadura de los arroyos Lourido y Landoi y del río Mera y en la estación meteorológica de Estaca de Bares.
“Se ha observado que los tres cursos fluviales transportan cromo y níquel tanto disuelto como particulado en suspensión. Los arroyos Lourido y Landoi son las principales vías de transporte de ambos metales a la ría de Ortigueira. Sus aguas contienen en disolución una media de 11,3 y 4,8 mg de níquel por metro cúbico y una media de 1,6 y 4,5 mg de cromo particulado por metro cúbico, respectivamente. Las aguas del río Mera, por su parte, contienen 1,0 mg de níquel por metro cúbico y 0,4 mg de cromo particulado por metro cúbico”, apunta Ricardo Prego.
“El estudio también ha revelado que el níquel fluvial disuelto es cuatro veces más abundante que el particulado mientras que, por el contrario, es el cromo particulado fluvial nueve veces más abundante que el disuelto; en conjunto Lourido y Landoi transportan cada año 143 kg de cromo y 411 kg de níquel a la ría de Ortigueira, mientras que las aportaciones del río Mera son 80 kg de cromo y las 212 kg de níquel”, indican los científicos.
Los aportes pluviales de cromo y níquel a la ría de Ortigueira, se ha estimado que rondan los 56 y 53 kg, respectivamente, y que el flujo es más abundante durante el periodo estival y cuando el viento sopla de componente oeste.
Para evaluar la posible contaminación ambiental en la región por dichos metales, los científicos midieron su presencia biológica en ejemplares de fucus y mejillones de las rías de Ortigueira y O Barqueiro y en sedimento superficial costero desde Viveiro hasta Ortegal.
“Tomando como referencia los valores normales de estos metales en los suelos de Galicia (80 mg/kg de cromo y 56 mg/kg de níquel), se puede afirmar que el sedimento costero en torno al cabo Ortegal y la ría de Ortigueira están muy enriquecidos en ambos metales (hasta 1500 mg/kg de cromo y 1200 mg/kg de níquel en algunos puntos), mientras que las rías de O Barqueiro y Viveiro presentan niveles naturales”, señalan.
“No se puede hablar de contaminación, ya que su origen es natural al provenir de los minerales presentes en el complejo geoquímico de Ortegal. No obstante, si nos guiamos por los valores orientativos del efecto nocivo sobre los seres vivos (370 mg/kg para el cromo y de 52 mg/kg para el níquel en el sedimento) los seres marinos que viven en esos sedimentos podrían llegar a sufrir daños que afectarían al 60-90% de su población”, explica Ricardo Prego.
“En relación al mejillón, especie que por sus características se puede emplear como indicador biológico para detectar la presencia de cromo y níquel en las aguas costeras, los valores naturales de cromo y níquel en su tejido y concha son similares a los naturales en los ejemplares recogidos en la ría de O Barqueiro, mientras en la ría de Ortigueira son más elevados, hasta el doble de los medidos en O Barqueiro”, apunta Ricardo Prego.
“Estos procesos que hemos observado en el complejo geológico de cabo Ortegal y su entorno marino apuntan hacia la necesidad de que las regiones costeras con singularidades geoquímicas cuenten con una consideración especial en las estrategias de gestión y en las normativas europeas de calidad”, concluyen los autores del estudio.
Los resultados del proyecto, entre los cuales está el presente estudio, se han publicado ya en una veintena de artículos científicos aparecidos en revistas internacionales de reconocido impacto. El más reciente, que trata sobre cromo y níquel en el entorno marino del cabo Ortegal, se recoge en volumen 468-469 de “Science of the Total Environment” y cuentan una versión divulgativa en el volumen 14 de “Investigación, Cultura, Ciencia y Tecnología”.
Referencias
PREGO R, CAETANO M. 2015. El impacto biogeoquímico de cabo Ortegal en su entorno costero. ¿Puede ocurrir una contaminación natural por cromo o níquel? Investigación, Cultura, Ciencia y Tecnología, 7(14), 40-46.
Prego, R., Caetano, M., Ospina-Alvarez, N., Raimundo, J. & Vale, C. 2014. Basin-scale contributions of Cr, Ni and Co from Ortegal Complex to the surrounding coastal environment (SW Europe). Science of the Total Environment, 468-469: 495-504. DOI information: 10.1016/j.scitotenv.2013.08.036.
Repositorio CSIC: http://hdl.handle.net/10261/83512


Científicos del Grupo de Biogeoquímica Marina del IIM han estimado los aportes anuales de cromo y níquel a la ría de Ortigueira a través de cursos fluviales y vía atmosférica: los arroyos Lourido y Landoi vierten conjuntamente cada año 143 kg de cromo y 411 kg de níquel y río Mera 80 y 212 kg, respectivamente, mientras que los aportes pluviales rondan los 56 y 53 kg de cromo y níquel, siendo más elevados en el periodo estival y cuando sopla viento de componente oeste.
Tomando como referencia los valores normales de ambos metales en la corteza terrestre, los científicos apuntan que el sedimento costero del cabo Ortegal está muy enriquecido en cromo y níquel.
Los autores del estudio abogan por que las regiones costeras con singularidades geoquímicas, como es el caso del entorno costero del cabo Ortegal y la ría de Ortigueira, cuenten con una consideración especial en las estrategias de gestión y en las normativas europeas de calidad.