Los investigadores Camila Gianotti y Joao Fonte, a través del Instituto de Ciencias del Patrimonio (CSIC), han presentado recientemente sus tesis doctorales, cuyos resultados permiten al citado centro avanzar en dos de sus líneas de investigación con proyección internacional, la arqueología del paisaje y los paisajes culturales y las tecnologías geoespaciales aplicadas al patrimonio, así como establecer nuevas alianzas de colaboración con entidades de  Uruguay y Portugal.

Por una parte, la tesis “Paisajes sociales, monumentalidad y territorio en las Tierras Bajas de Uruguay”, de Camila Gianotti García, quien realizó la investigación a través de una colaboración de diez años entre el Incipit y el LAPPU (FHCE-CURE) de la Universidad de la República Oriental de Uruguay. Ofrece una síntesis de la arqueología de los llamados “Cerritos de Indios” en los departamentos de Tacuarembó y Rocha (Uruguay), construcciones prehistóricas similares a las mámoas gallegas.

Por otra parte, la tesis “Paisajes en cambio en la transición entre la Edad de Hierro y la época Romana en el Noroeste Peninsular”, de João Fonte, quien realizó su investigación en el Incipit gracias a una beca doctoral de la Fundação para a Ciência e a Tecnologia. Ofrece un análisis de los importantes cambios que ocurrieron en el noroeste de la Península durante los últimos siglos de existencia de los castros, entre finales de la Edad de Hierro y principios de la época Romana.

La tesis de Camila Gianotti García

Camila Gianotti García (Santiago de Chile, 1973) es licenciada en Ciencias Antropológicas por la Universidad de la República de Uruguay y doctora en Arqueología e Historia de la Antigüedad por la Universidad de Santiago de Compostela. Se incorporó al Incipit en 1998. Sus líneas de investigación versan sobre arqueología del paisaje, patrimonio y arqueología pública y primera monumentalidad. En la actualidad, es profesora en el Centro Universitario Regional Este de la Universidad de la República en Rocha (Uruguay) donde dirige varios proyectos, algunos en colaboración con el Incipit, relacionados con el origen de las formas de modificación del medio por parte de las comunidades humanas en la región y su efecto en el paisaje actual y la biodiversidad.

El objetivo de su tesis era abordar los procesos de construcción social del paisaje entre ca. 4500 A.P. y la conquista europea (siglo XVII) en las sociedades constructoras de cerritos de las tierras bajas uruguayas, y hacerlo desde la perspectiva de la arqueología del paisaje. El trabajo de campo se localizó en el Departamento de Tacuarembó y el Departamento de Rocha de ese país. También en el contexto de los diferentes proyectos que enmarcaron la tesis se centró, en el estudio de los paisajes rurales actuales y las representaciones del pasado de las comunidades uruguayas.

La tesis, por tanto, se realizó con una estrategia metodológica que abordó el análisis multiescalar y multidisciplinar. Se emplearon técnicas como el análisis de fotografía aérea y prospecciones arqueológicas, excavaciones,  sondeos en diferentes sectores y estructuras de sitios, análisis multiproxies para caracterizar las biografías monticulares y análisis locacional utilizando tecnologías SIG.

“Se ha revelado que los montículos de las zonas estudiadas en Tacuarembó y Rocha fueron construidos entre entre ca. 2000 A.C y 1300 D.C y utilizados como espacios habitacionales, de cultivo y funerarios. Además, se ha constatado que la primera monumentalidad en tierra surge vinculada a la construcción de espacio doméstico y en un contexto socioeconómico basado en la explotación y el manejo complejo de recursos silvestres y algunos domesticados”, explica Camila Gianotti García.

“Estos resultados permiten hacer una comparación entre los cerritos de indios de Uruguay y las mámoas de Galicia, como formas de primera monumentalidad. En ambos territorios estos yacimientos constituyen la primera arquitectura monumental. Las similitudes entre fenómenos tan distantes e inconexos muestran fehacientemente cómo los primeros monumentos aparecieron como una expresión cultural del incremento del control y artificialización humana del entorno”, destaca Felipe Criado Boado (Incipit), uno de los directores de la tesis.

La tesis de João Fonte

 João Fonte (Chaves, 1983) es licenciado en Arqueología por la Universidade do Minho (Portugal) y doctor en Historia por la Universidad de Santiago de Compostela. Se incorporó al Incipit en año 2007. Sus líneas de investigación versan sobre arqueología de la Edad del Hierro y época romana, y sobre la aplicación de tecnologías geoespaciales para arqueología. En la actualidad, colabora con el Incipit en diferentes proyectos de estudio de paisajes arqueológicos, entre ellos romanarmy.eu, mediante las llamadas tecnologías “no invasivas”, como fotografías aéreas o satelitales y LiDAR.

El objetivo de su tesis era caracterizar la organización socio-política de las comunidades indígenas del noroeste peninsular, especialmente en su zona sur, a finales de la Edad de Hierro e inicios de la época Romana. El trabajo de campo se localizó en el norte de Portugal, en la región del Alto Támega y Cávado, en Trás-os-Montes.

“Se analizan las dinámicas territoriales y los procesos de continuidad y cambio social, así como las diferentes economías políticas y estrategias de poder, que tienen lugar en esas regiones en un periodo en el que ocurren complejos procesos de interacción cultural. Se definen los distintos modelos de poblamiento fortificado en la zona geográfica de estudio, se identifican las estrategias de subsistencia y aprovechamiento de los recursos naturales por parte de las comunidades indígenas y se indaga en el proceso de interacción cultural entre las comunidades indígenas y Roma. También se han aplicado nuevas herramientas y tecnologías geoespaciales, en particular para la caracterización y análisis de los sitios y paisajes arqueológicos en estudio”, explica el autor.

“Esta tesis ha permitido avanzar en el conocimiento de uno de los períodos más interesantes de la prehistoria del noroeste, el relacionado con los cambios ocurridos en la época de los últimos castros, al final de lo que llamamos la Edad del Hierro, y durante los primeros momentos de la ocupación romana. Una de sus principales contribuciones es destacar el importante papel que la minería del estaño habría tenido en los modos de vida de los habitantes de algunos de estos castros tardíos, entre los siglos II y I antes de Cristo. Hasta ahora sabíamos que la minería había sido extremadamente importante en el noroeste durante la época romana, sobre todo la del oro, pero los resultados de esta investigación nos hace pensar que, al menos en algunas partes del noroeste, también lo fue antes de los romanos, y no sólo de oro, sino especialmente la del estaño”, destaca César Parcero Oubiña (Incipit), uno de los directores de la tesis.